una anecdota cotidiana.

a veces me parece ser el personaje de la peli la terminal. o bien que mi hogar es un bunker de hormigon armado con pequeñas casamatas que son los ventanucos alargados, por los que se puede ver hacia fuera.

Desde allì nos protegemos especialmente de la burocracia interminable, infernal, perversa e incognocible, cuantas vueltas, cuanta mala atenciòn.

1.-Afuera està el Anses, con su interminable incompetencia. en principio todos tienen que "morir" en un gestor, generalmente abogado, para un tràmite sencillo, simple y que deberìa ser automàtico. Vos hiciste un ahorro previo de 30 años y esta burocracia no te tiene registrado, tenes que demostrar que aportaste esa cantidad de años.
Se llama administraciòn nacional de servicios y no lo hacen, no administran, actuan como una "maquina de impedir"

El expediente para que calificaran mis aportes estuvo tres años, sin que nadie lo pudiese verificar.

Finalmente saliò, gracias a mucho "sudar" a "pulmòn" y saliò denegado,porque no quieren reconocer a un empleador, que me estafò en mi adolescencia, y que el anses no administrò, no hizo el poder de policia, que le es obligatorio por ley.

Còmo lo resolvieron perjudicando al aportante, con el "beneficio de la duda"

2.- la tremenda bùsqueda de soluciones en Ioma. Siempre tenes que ir y esperar "tiempos infinitos", como si tuvieras libre todo ese tiempo. aguantando a esas empleadas que actuàn pràcticamente en la "guera de las vedetongas" y esos empleados de dudosa s...........que te miran como asombrados de que no estes internado en el Hospital Alvear.
recuerdo un cuento de fontanarrosa, el magistral, llamado "el rey de la milonga" jijiji jaja Cuando le dice a su interlocutor " viò doctor, esta mina, ud no sabe lo que era hace 30 años, un camiòn, un camiòn, despuès se la presento. No se la presenta cuando "era un camiòn" , se la presenta ahora que la tiene que llevar al geriatrico.

De todo eso nos defendemos en el bunker, teniendo cuidado de estar alerta, para que nadie se acerque por debajo de la lìnea de fuego y nos tire una granada en la casamata por el ventanuco.